Para no exagerar voy a decir que lo pude ver cuatro veces en vivo. En los ochentas era el show más importante de los palenques. Era difícil conseguir entradas. Un gran espectáculo, todo un profesional. No es válido comparar músicos, como los futbolistas; las épocas, los públicos, y muchas otras cosas, los ponen en circunstancias muy diferentes, pero no me queda duda de que Juan Gabriel está entre los grandes de todos los tiempos. Tantas buenas canciones que nos dejó.
A ver si me puedes mencionar un músico que pueda llenar un escenario con más de 20 mil personas, que esas 20 mil se la pasen cantando, porque se las saben, todas las canciones del concierto y que cada una de esas canciones hayan sido escrito por el intérprete.
Recuerdo una de esas carnes asadas que se alargan. Alguien puso una canción de él con el reclamo de la mayoría, yo comenté: “Para mi hay tres cantantes mexicanos: Agustín Lara, José Alfredo Jiménez y Juan Gabriel”. En lo personal la que más me gusta es la muerte el Palomo.
Mi agradecimiento por tantas canciones, con todas esas frases que gracias a Juan Gabriel se hicieron célebres:
Hasta que te conocí.
En la misma ciudad y con la misma gente.
Ahora soy yo quien vive feliz.
Para eso a él le falta lo que yo tengo de más.
Lo único que tengo es amor para dar.
Dime cuando tú vas a volver.
Mirará hacia el cielo, te verá volando, te dará las gracias por esos recuerdos.
Como te olvido.
El más triste recuerdo de Acapulco.
Este es un lugar de ambiente.
Para ti no tengo amor.
Buenos días señor sol.
Ven a mi soledad.
Yo en tu lugar, si te amaría.
¿Para qué tanto problema?
Eternamente agradecido.