Soy un escritor regiomontano con gusto por la historia regional, orgullosamente #SoyNorestense

Leona Vicario

Yo no soy feminista, no creo en la igualdad de genero. Tampoco soy machista, creo en el «complemento de genero». Se escucha bien, ¿no? A ver si pega, va de nuez: «Creo en el complemento de genero».

Confieso que los historiadores pasados se han pasado de machistas. Se dice que la historia la escriben los ganadores, pero los ganadores machistas. Por eso no tenemos una heroína en la explanada de los héroes de Nuevo León.

Con dos de mis lectores que se animen, hacemos un comité para escoger a una mujer nuevoleonesa que sea digna de estar en esa explanada. Me avisan, yo le entro.

A nivel nacional tenemos algunas heroínas, aquí te presento una:

Leona Vicario

Hija de un español y una criolla, de buenas familias, nacida en la ciudad de México en 1789. Tenía 21 años cuando el grito de Dolores. Aportó fondos y su valiosa pluma al proyecto de Independencia, que le valieron persecuciones a ella y a su esposo Andrés Quintana Roo. Su apoyo más ferviente fue en la etapa del Congreso de Chilpancingo y Constitución de Apatzingán de José María Morelos. A la muerte de Morelos, tienen que huir, nace su primer hija en las escondidas, hasta ser capturados. La familia fue indultada y confinada en Toluca, hasta la independencia, donde fue recompensada por los bienes perdidos. En 1831, bajo el gobierno de Anastacio Bustamante, volvió la persecución en contra de don Andrés y doña Leona. También fue muy sonado su pleito entre plumas con Lucás Alamán. Siguió escribiendo hasta su muerte en 1842.

Una mujer que defendió sus ideales a costa de su fortuna, su vida y su genero. Una mujer que aportó dinero e ideas para el México independiente. Si ahora las mujeres tienen menos oportunidades que los hombres, imaginen hace 200 años.

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