Así como España tiene a su Cervantes e Inglaterra su Shakespeare, Francia tiene a su Víctor Hugo. Poeta, dramaturgo, político democrático, periodista, con una gran obra escrita, es uno de los grandes de la literatura mundial.

¿Y que tiene que ver con Benito Juárez?

Cuando Mariano Escobedo logró la rendición de Maximiliano en Queretaro, Víctor Hugo le mandó una carta al presidente de México:

Juárez:

Haced que dé la civilización un paso inmenso: abolid en todo el mundo la pena de muerte.

Que el mundo presencie el siguiente prodigio: la república tiene en su poder a su asesino, que es un emperador y en el momento de matarle, comprende que es un hombre, le deja en libertad y le dice:

«Eres un hijo del pueblo como los demás. ¡Vete!»

Eso sería, Juárez, vuestra segunda victoria: es soberbia la de vencer a la usurpación; pero la de perdonar al usurpador, sería sublime.

Esto es solo el principio de la carta, sigue muy elocuente definiendo su postura:

Pero… ¿no se le ha de castigar?… Maximiliano recibirá el castigo de vivir «por gracia de la república» .

La carta no llegó a tiempo y Juárez por convicción o por presiones de Estados Unidos, decidió ser implacable y dar un castigo ejemplar a las potencias europeas.