Niños de la Sierra Madre Nuevoleonesa

La Sierra Madre Oriental es una cadena montañosa de mil 350 kilómetros de longitud que se extiende desde las cercanías del Río Bravo; corre paralela al Golfo de México hasta unirse con el Cinturón Volcánico Transmexicano, que divide a América del Norte de América Central. La Sierra Madre atraviesa los estados de Texas, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo y Tlaxcala, entre otros. El pico más alto de la Sierra Madre Oriental es el Cerro del Potosí, con tres mil 713 metros de altura sobre el nivel del mar, localizado en el municipio de Galeana, Nuevo León.       https://www.diariocultura.mx/2016/11/los-cerros-de-monterrey/

Desde que inició el incendio el 16 de marzo, 7,000 hectáreas de los estados de Coahuila y Nuevo León de la Sierra Madre Oriental han sido consumidas, según Forbes. Protección Civil de NL estima que para sofocar completamente el fuego se podría tardar un mes y según ha advertido la Secretaría de Medio Ambiente de Coah., podrían pasar 50 años en recuperar la vegetación perdida. El siniestro ha provocado el desalojo de más de 400 familias de ambos estados.              https://adventistasumn.org/adra-se-une-a-la-lucha-contra-incendios-forestales-en-sierra-madre-oriental/

El sábado 1 de mayo me uni a un grupo de entusiastas jeeperos, que organizaron un evento al que llamaron Jeepeando con causa. Se juntaron con gente de San José de las Boquillas, comunidad que está entre Ciénega de González y los Lirios, en la parte de la Sierra Madre de Santiago Nuevo León, y les hicieron una fiesta a los niños en su día. Sabedores de que uno de los lugares donde han disfrutado tanto tiempo su afición por pasear por la sierra esta sufriendo tanto, quisieron poner su granito de agradecimiento, para los pobladores de la sierra.

Niños que después de pasar más de un año de pandemia, padecieron el desalojo de sus casas por 15 días y que al regresar, apenas hace una semana, encontraron que a «su bosque» se lo había consumido el incendio.

El día del niño, debe de ser algo especial siempre. Los niños son la esperanza de la humanidad, niños fuimos todos y algo de niño debemos de seguir teniendo para ser más humanos.

Hasta su tierra fuimos para darles unas tres horas de diversión con juegos, canciones y piñatas; les dimos también regalos, dulces, libros y despensas para sus papás. Y nos dieron lo que todos los adultos necesitamos para ser felices, para ser plenos, su alma blanca.

Algo pasa en esta sociedad que nos abrazamos a los problemas, a nuestras diferencias, al dinero, al poder; cuando tenemos tantos tesoros que están ahí en la sonrisa de un niño; un niño que junto a su familia ha perdido su casa, su parcela, y sin embargo se entrega a jugar en familia, al aire libre y con cualquier persona dispuesta a apreciar las cosas buenas que tiene la vida.

Gracias Pepe, Pablo, Gerardo, Lloyd, Rafa, Luis, Roberto; a todos los papás de los niños de la comunidad de San José de las Boquillas, por su fe en ellos mismos; sigamos siendo niños.

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