Un compañero que tomo el Taller de Historia del Noreste, generación No 6, avecindado en Torreón Coahuila, Carlos Sanchez Russewk, apasionado de nuestra historia, me regaló varios libros, uno de ellos escrito por Hernán Maximiliano Venegas y Carlos Manuel Valdés.
Un libro que duele, porque nos aclara la crueldad con la que trataron a los naturales, los europeos conquistadores. A partir de que pisaron las Antillas hasta ya cercana la independencia de las colonias del nuevo mundo.
Los bisontes, los guajolotes, las nueces, las tunas, los siervos y los manantiales, factores de discordia, los mantenía en vida, otro eran las mujeres, las propias y las ajenas.
El mitote era una reunión festiva … Entre los artículos más importantes estaba la leña … alumbrarlos una gran fogata que podía durar encendida varios días … la carne era importante, el mezcal …
Habían creado mecanismos sociales y culturales indispensables para mantenerse cohesionados ...
«Las collares» eran llamados así por la forma en que se les trasladaba previamente a estos indios desde el norte novohispano, amarrados por el cuello unos con otros y con grilletes en los pies.
Necesitamos más investigadores como estos, que escriban sus hallazgos. Necesitamos más lectores como Carlos, que le entren a conocer más nuestros orígenes.