Debate vs Pleito

A propósito de la Charla donde debatiremos sobre el Carácter del Noretense del 7 de julio del 2016 en el Museo de Historia Mexicana, les quiero compartir algunas ideas sobre las discusiones.

 

Del libro “La sucesión presidencial” de Francisco I. Madero:

  • Mientras las almas del pensamiento sean usadas libremente por todos los mexicanos, no debemos temerlas. Que unos profesen una fe, otros otra; que unos crean en la eficiencia de unos principios y otros los juzguen perniciosos, poco importa; por el contrario: vengan las luchas de la idea, que serán luchas redentoras, pues de su choca ha brotado siempre la luz, y la libertad no la teme, la desea.

 

El doctor Enrique Canales en uno de sus videos, aquí en una sesión del Colegio de Arquitectos, donde también nos habla de la necesidad de saber debatir:

En alguna parte de nuestra educación, de nuestra cultura, nos implantaron un chip que dice que si alguien piensa diferente a nosotros es nuestro enemigo y hay que convencerlo o combatirlo. Siento que en los países más desarrollados tuvieron antes un alto grado de aceptación de puntos de vista diferentes.

Aquí el priista es enemigo del panista, el católico del ateo, el tigre del rayado, el “open mind” del mocho, como antes el liberal del conservador, el proindigena del occidental. No podremos avanzar si no aceptamos la diversidad de los demás y si no aprendemos a discutir.

¿Cuándo vamos a poder tener discusiones sanas, sin pelitos, en las que podamos terminar con tres posibles resultados: que el primero convenza o siembre dudas al segundo; que cada quien termine con sus mismas ideas, pero seguramente mejor desarrolladas que antes de la discusión; que el primero considere las ideas del segundo? En cualquiera de los tres casos hay victoria, porque las ideas que se debaten se fortalecen o se desechan por alguna mejor.

Tengo que trabajar en mi paz interior para aceptar debatir con argumentos. Con la práctica lo lograremos.

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