Con un comentario
“La vida no es la misma sin futbol”, es lo que te dicen los aficionados en el tiempo que va entre que termina un torneo y empieza el otro. Tiendo a estar de acuerdo, sobre todo cuando en sábado por la tarde me dedico a hacer “tareas pendientes”. Lo que uno quiere es estar en el estadio, con pepitas en la mano y disfrutando de lo que nos pongan enfrente, sin importar que a veces ni siquiera el producto llegue a ser un espectáculo.
Con la selección
Ya en otras ocasiones hemos sufrido el pase al Mundial, como aquella del 2001 con el rescate de Aguirre, como olvidar el gol del Cuau en el Azteca contra Honduras. Está claro que todos los Mexicanos queremos que avance el equipo, el tema es que no ha podido ganar en esta última etapa, la clasificatoria al Mundial 2014. Esperemos se enmiende el camino y no extrañemos al Oribe en estos dos partidos que vienen. Hoy llevan solo tres partidos de diez que se van a jugar. Necesitamos resultados.
Con un aficionado como tu
Y “El Piojo” ganó una final, el señor se interna a las acciones como si su vida dependiera de ello, es un agasajo verlo sufrir, aunque a veces lo tengamos que ver festejar. Al día siguiente sale con su camisa de campeones con el slogan de “ódiame más”. Ellos no saben que esas acciones son odiadas, pero no por las intenciones correctas. En fin, no ganó finales con Monterrey, no había llegado a otra desde entonces, ahora se le hizo.
Con otro deporte
Que agarrones se dan en la NBA y lo digo con muchas intenciones, se pegan, empujan, jalonean, gritan, brincan y hacen un “dunk” ¡increíble! Cuando todo parecía que Miami iba a arrasar con la temporada, hay equipos que se le están parando al frente con mucha templanza, no se la están dejando fácil y eso es bueno para ese deporte.
¡Ahí nos vemos!