Está claro que aquí no hay un dueño de la basura. No importa quien desperdicie, a todos nos afecta. Lo bueno o lo malo que hagamos sobre este tema nos interesa a todos.
En una sociedad de consumo todos quieren que compres, pero nadie se hacer responsable del desperdicio. Si seguimos el juego de sentirnos mejores por tener más algún día se acabaron los recursos.
Entremos en la era del consumo responsable. Se siente muy bien, entre mejor se aproveche, mejor se disfruta.
¿Cuántos inviernos me dura una chamarra?, ¿qué productos que consumo puedo reducir?
Yo soy el responsable de mí.