Antes se decía: “Sembrar un árbol, tener un hijo, escribir un libro”. Un hijo cualquiera lo tiene. Yo te digo: “Cosechar del árbol que sembraste, criar un hijo, vender el libro y que se lea”.

Y puede ser alguna otra cosa, para mi es la escritura. Si para ti es la arquitectura sería diseñar una construcción que se termine edificando y funcionando.

La chamba no se acaba teniendo el hijo, sino que comienza una nueva etapa para educarlo, cuidarlo, mantenerlo, ayudarlo a desarrollarse. ¿De acuerdo?