Me ha tocado gente que llega a una reunión y confiesa darles flojera y prefieren saludar a todos desde lejos y de una sola vez. ¿Qué les cuesta? No se me vallan a desgastar.
En un viaje a Nueva York con mi Chave, la invite a sentarnos a las 4:45 de la tarde en la entrada al metro. Increíble, la gente pasa como robot, sin notar la presencia de nadie, del trabajo a su casa.