El hombre es un ser social y como tal, se necesita comunicar. Por geografía se han desarrollado un gran número de idiomas. Se ha intentado formar uno solo sin éxito. El problema está en la etimología, las raíces de las palabras que nos ayudan a esclarecer su significado.
Para entendernos hay reglas y excepciones a las reglas. No son fáciles, por lo menos para mí. Pero son esenciales para la convivencia y preservación de nuestros pensar y nuestra historia. Aquilatemos nuestro idioma.
Yo soy el responsable de mí.