Mamá, abuelita, esposa, suegra. Cada una de ellas vale, y ese valor hace que valgamos nosotros. Yo soy muy afortunado y estoy muy comprometido por que me tocaron abuelitas de las de antes, una Mamá que, después de darlo todo por nosotros, todavía está al pendiente, una suegra a toda ley, y una esposa que es mi compañera en este maravilloso viaje.
Todos los días son su día, pero este 10 de Mayo en especial, en vez de darles un regalo, les pido su comprensión. No he logrado ser el esposo, el hijo, el yerno y el nieto que ustedes se merecen. Sigo intentándolo, espero acercarme cada día.