Tengo mis propios problemas, a esta gente ni la conozco, tengo mucha prisa, con esa cara de sangrón, me va a querer sacar plática, son muchos, igual y ni me pela. ¿Por qué otra razón no saludo?
Esta semana voy a andar por las calles regalando mi saludo a todo el que se me ponga enfrente. ¿Me ayudas a saludar? A ver qué pasa. Lo peor es que no nos devuelvan el saludo o que nos tachen de locos. Lo mejor es que generemos sonrisas que se vallan multiplicando durante el día.