No conozco en persona a Sofía Segovia, no he leído «Noche de huracán», su primer libro. Estoy leyendo su segundo libro «El Murmullo de las Abejas». Dicen que a los escritores se nos conoce leyendo (mira, mira, mira). Ahí la voy conociendo y haciéndome su fan. Los invito a que la conozcan. Me voy a atrever a presentarles una pequeña parte del libro, una parte donde describe muy padre la inquietud de una mujer adulta por su futuro:
«Se preguntaba si una persona amanecía un buen día diciéndose: éste es el momento que empieza mi vejez, desde hoy mi cerebro no tolerará ideas nuevas, mi ropa no evolucionará más, mi peinado permanecerá para siempre igual, leeré y releeré con nostalgia las novelas que me dieron placer en la juventud y dejaré que la siguiente generación, a la que ya no entiendo porque yo hablo viejo, tome las decisiones por mí, que ya no tengo nada que enseñarle. Seré compañía para todos, aunque poco más para nadie».