El fracaso, o el miedo al fracaso, no nos permite luchar más. Nos dicen: “No desees nada y nunca sufrirás”. Hasta los sueños están prohibidos.
No existen los que nunca han sido derrotados, todos tenemos luchas diarias. Es imposible que se ganen todas.
En la escuela se aprende a ganar y a perder. Mi amigo Marco Perez, toda la primaria quedó en primer lugar de oratoria. Ha, pero como me obligó a superar mi miedo a hablar en público. Año con año volvíamos a competir.