Dadivas que me alimentan al instante; doy ánimo, saludo, sonrisa, compañía, aliento, confianza.
Hay otras que requieren un poco más de tiempo; consejo, guía, ejemplo, confianza, escuchar. Que padre es hacer sentir a nuestro prójimo escuchado, como batallo.
Y las que requieren capital; dar de comer, aportación para una buena causa, beca, prestar un bien.
¿Cual otra? ¿A quienes doy? ¿Qué tanto doy?
Yo soy el responsable de mí.