Mi objetivo es mejorar, yo contra mí.
Por gratitud, por aprovechamiento, por justicia divina y por beneficio propio, debemos aquilatar a nuestros adultos mayores. Son nuestro pasado y, en algunos casos, ahora dependen de nosotros.
Solamente algunos afortunados logran pagarle en vida y en directo, todo lo que les dieron sus padres desde la concepción, para regresárselos con el cuidado de ellos, en la vejez.
Y no solamente a los Padres, puede ser algún Tío, exprofesor, excompañero de trabajo. ¿Conoces algún viejit@ con necesidades?