Talento proviene del latín talentum, y este del griego τάλαντον, plato de la balanza, peso. En la aceptación del uso actual del término, es clave el hecho de que existiera una unidad monetaria del mundo antiguo, el talento, famoso por una de las más populares parábolas del evangelio: Mateo 25:14–30, Lucas 19:11–27. De la interpretación de esta parábola derivan dos capacidades humanas: inteligencia como capacidad de entender, y aptitud como capacidad para desempeñar una ocupación, dadas como primeras acepciones por la RAE (Real Academia Española).
Se me facilita entender y aplicar alguna disciplina, tengo talento. ¿Lo estoy desarrollando?