“La fe y la esperanza se manifiestan en el sosiego con que se atienden los problemas del hogar. La caridad lo llenará todo para compartir las alegrías y sinsabores, olvidándose de las propias preocupaciones para atender a los demás”.
Aquí empieza todo, si lo hacemos bien, todo lo demás es más fácil.
El matrimonio nace con dos y “donde están dos allí está Él, y donde Él está no puede haber nada malo”.