Cada ser humano es un tesoro, cada niño es un tesoro en potencia. Ese potencial depende mucho de quien está a cargo de su desarrollo. Que compromizon y, por lo mismo, que gratificante.
“Lo primero que necesita un hombre para orientar sus facultades en la vida es clasificarse” (conocerse).
“El valor de las cosas, lo determina el esfuerzo que se realiza para adquirirlas y cuando algo se obtiene sin realizar ninguno, se pierde la noción del valor, y el tiempo que nos sobra, nos aleja de la virtud y nos acerca al vicio”. Papayoyo a sus hijos: “friéguense para disfrutar, si no tiene para disfrutar, friéguense”.