Dijo un anciano: “Yo solo me quejé una vez en mi vida, de niño cuando iba descalzo y no tenía para comprar zapatos. Entonces vi a un señor feliz, que no tenía pies”.
En nuestra realidad nos damos el derecho a quejarnos. Si nos ponemos en los zapatos de los demás podremos entender el mundo con otra realidad, y sentirnos afortunados.
¿Cuántos años crees que pasó el hombre creyendo que la tierra era el centro del universo? ¿Que la tierra era cuadrada? ¿Cómo trataron a Kepler, Galileo o Colón, cuando pensaron diferente?